lunes, 17 de junio de 2013

"Construcción humana y la contingencia nacional"


"Construcción humana y la contingencia nacional"
Por: Nelson Alberto Torres Saavedra.


En referencia a los acontecimientos vividos en el país, donde entre marchas, toma estudiantil y debates presidenciales primarios, es bueno exponer temáticas que en los foros no se consideraron, en momentos que son relevantes exponer.

Entre movimientos estudiantiles que vienen orquestándose desde antes de la Revolución pingüina y el surgimiento de candidatos de diferentes áreas con una retórica de cambios y propuestas programáticas, donde la idea de hacer pasar por veraz el discurso es lo deseado, cuando esto ya no satisface a la población joven del país que busca una nueva revolución del 68, de cambios y mejoras.

Ya no basta con exponer en primarias, para saber qué candidato de cada una de las tendencias irá a competir por el máximo sitial presidencial, en representación de las coaliciones existentes, que como producto mercantil buscan cambiar de nombre para hacerse más atractivas al consumidor. Dos caras de una misma moneda, con chauchas del mismo costal se presentan otros sujetos ya no para optar al sitial presidencial sino de aunar conglomerados que vayan en aumento.

Los discursos ya no satisfacen, no son los que darán por modificar las estructuras reinantes, que en otrora el Partido Comunista se mostraba en oposición y levantaban banderas de ser la contraposición al sistema existente, sin tener más asidero que el país socialista por excelencia, la URSS, que proponía un sistema de planificación central, que no era más que lo propuesto por Keynes.

Las pugnas ideológicas de mayor o menor Estado se han transformado en un débil discurso que se obvia en pos de una venta rápida y comercial de eslóganes persuasivos, que son de corta duración y fácil recordación. Presentar programas y proyectos de administración y dirección del país son tareas descomunales que poseen un alto costo y son poco rentables para el breve tiempo de un gobierno.

La creencia que el liberalismo ha triunfado es la falacia propugnada a nivel mundial y más difundida, haciendo creer que existía otro sistema antagónico a él, ocultando que desde que el humano piso la tierra y estableció contacto con otros, creo un comercio un sistema incipiente basado en ideas liberales. Los descubrimientos han sido generados por la búsqueda de caminos o nuevas rutas comerciales y de manera posterior en búsqueda de mayores riquezas, productos y mercados.

Antes que Adams Smith y su libro “la Riqueza de las Naciones”, que Fugger y el préstamo, que el banco de Genova durante la edad media, ya existía mecanismo de transacción y monedas con valor nominal que permitían el comercio. Con esto se desea expresar que el sistema liberal es más antiguo de lo que imaginamos y ha sido la fuente del desarrollo y progreso de la humanidad. La diferencia está dada con la preponderancia que se la da a la maximización de utilidades o lucro individual en pos del beneficio de una comunidad.

El surgimiento del neoliberalismo, y la preeminencia de los pensamientos de Frederick Von Hayek, Milton Friedman, es decir de un ultra liberalismo que profesa mayor libertad del mercado y menos Estado, son temáticas que no se expresaron en ningún instante en todos los procesos eleccionarios chilenos, incluso de los sujetos que presentan candidaturas alternativas. Se habla de la existencia de sistemas alternativos que pueden reemplazar al actual, pero nadie ha demostrado el cómo.

Francis Fukuyama, ex asesor del presidente Bush, expreso en una serie de libros primero “El Fin de la Historia”, donde expresa que el sistema mundial de antagonismo entre la URSS y EEUU, al desaparecer el primero, no se podía mantener la idea de lucha contra “el otro” y por ende el sistema podría sufrir crisis y que la solvencia de las empresas son la alternativa multinacionales para suplir el dilema, después retoma la problemática de los Estados y visualiza en su libro “La Reconstrucción del Estado”, que los Estados débiles para mantener sus niveles de desarrollo requieren de una estructura y normativas que sólo el Estado está capacitado a otorgarles.

Vuelve a considerarse la idea de mayor o menor Estado como parte del desarrollo de cada país, que debe ser estimado según sus procesos y situación que viven, no sólo a nivel macroeconómico, sino la población que los conforman. Ya no basta el mundo especulativo de menor Estado y más mercado, que en los últimos tiempos es la culpable de una serie de problemas económicos y crisis a nivel mundial.

En Chile no consta ni ha constado el enfoque de esta problemática, por parte de cada sujeto que ha llegado al sitial presidencial o ha postulado a él, no se hace mención de esto; sólo explicaciones superfluas sobre las crisis mediatas y consecuencias de lo que se está viviendo, obviándose la incapacidad del país de competir y exponer bienes finales, es decir de tener una industria competitiva y eficiente que sea relevante en la economía del país. No existe ni ha existido en ningún tiempo, países que sólo con empresas de servicios alcancen el desarrollo.

22 años de retorno a la Democracia y pareciese que aún se está en el proceso que demarcó el gobierno de Patricio Aylwin, el de una transición a una Democracia plena, cuyo programa había quedado establecido en el plebiscito de 1988, del “Sí o el No”; donde de manera a priori se buscaba aprobar o rechazar la continuidad de la autocracia militar y tener después de 18 años elecciones libres, modificación de la Constitución porque no existe Estado de Derecho cuando quienes detentan el poder no son representativos de la voluntad mayoritaria de la Nación.

Hoy en día se vuelven a abrir las heridas de la época negra del gobierno militar, en pos de la obtención de votos, mientras que en tiempos de administración poco o casi nada se ha hecho por esclarecer lo sucedido a ciertas personas que por pensamiento ideológico suprimieron su existir. Dejan a quienes sufrieron oprobios en esos tiempos relamiéndose de nuevo las heridas profundas que significa la pérdida de un ser amado. ¿qué es peor, al final, quién provoco el daño o quien reabre cada cierto tiempo para beneficio personal y de poder el recuerdo de lo sucedido?

Así se percibe un camino hacia una pendiente sin retorno, donde son los jóvenes y en especial los estudiantes secundarios los primeros en percibir el derrotero establecido que genera cada día que pasa una mayor distancia entre los quintiles más pobres y más ricos, que cada postulante a gobernar el Estado levanta como bandera su lucha contra la pobreza, la erradicación de ella y otras falacias que son consumidas por sus adeptos como una retórica religiosa de un devenir divino ante el discurso cristino de los que se mantienen en la cúspide de las direcciones político-partidistas.

Al final los discursos en los foros televisivos de unas primarias presidenciales para ver quién de los que desea llegar al sitial presidencial va a representar a su coalición, unos exponencias tan suaves que pareciese estar dentro de una iglesia escuchando sobre lo divino, mientras en las calles se empieza a escuchar el clamor de una gran masa de la sociedad que expresa disconformidad por lo realizado y el camino por el cual se avanza.

Se aprecia hoy una distancia entre el mundo político y lo que necesita la mayoría de la Nación, un aspecto donde quienes detentan el poder político y del Estado no son representativos de la voluntad mayoritaria, una representatividad que debe verse reflejada en la participación plena de todas las opciones existentes en el país por candidatos representativos que compiten por el sitial, a través de un programa y un proyecto de desarrollo nacional, claro, preciso