sábado, 12 de febrero de 2011

Egipto y su status quo.

Finalmente Muhammad Hosni Mubarak, abdico, tras gobernar el país por cerca de 30 años, y se vio obligado a  entregar el poder a las Fuerzas Armadas de Egipto, donde se  dispuso un ¡consejo militar de gobierno! El ex absolutista, voló hacia el centro vacacional de Sharm el-Sheikh y su familia había huido del país, días antes. Historia muy conocida o internalizada en la consciencia colectiva intelectual. Nuevamente es la “estructura” la determinante y no la masa. El gobierno suizo o más bien, el sistema bancario suizo había congelado sus cuentas privadas secretas, independiente del monto, (que siempre es exorbitante a cualquier erario fiscal) hemos constatado, que los tiranos, dictadores o mafiosos han sucumbido por problemas financiero o impositivos, más que por la presión popular. Los tiranos no se conmueven por la muerte o masacres de cientos de civiles, que reclaman por una mínima justicia o democracia.
Este político y militar, sucedió al presidente interino Sufi Abu Taleb el 14 de octubre de 1981, tras el asesinato del anterior titular, o presidente Anwar el-Sadat.
Recordemos que Mubarak, terminados sus estudios de secundaria, ingresó en la Academia Militar Egipcia obteniendo el título en Ciencias Militares a los 20 años de edad. En 1950 ingresó en la academia de la Fuerza Aérea Egipcia, recibiendo instrucción también en Frunze, la actual Biskek, capital de Kirguistán, entonces república de la URSS, (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), obteniendo el título de piloto de combate. Ascendió rápidamente y en 1964 fue nombrado representante de la delegación militar egipcia en la URSS.
En 1967 se convierte en Jefe de la Fuerza Aérea Egipcia, siendo responsable de algunos de los combates que se suceden en el permanente conflicto con Israel. En 1973 participa activamente en los preparativos y desarrollo de la Guerra del Yom Kippur, junto a Siria, Jordania, Iraq y el apoyo fundamental logístico de la URSS. Se constata históricamente que todos esos frentes fueron derrotados, por Israel. No es menester decir que Mubarak, fue un hombre formado intelectualmente y logísticamente por la Unión Soviética, como Nicolau Ceausescu.
La trayectoria política de Mubarak, comienza en 1975, cuando es designado vicepresidente de la República por Anwar el-Sadat.  Sadat, desde 1976 se desvinculó de la tradicional alianza con la Unión Soviética y se acercó a Estados Unidos, del que obtuvo fuertes ayudas económicas. En 1977 viajó por sorpresa a Jerusalén, adquiriendo el compromiso de reconocer al Estado de Israel. En 1978 tuvo un encuentro con el Primer Ministro israelí para preparar, por mediación del presidente Jimmy Carter, la paz con Israel en los Acuerdos de paz de Camp David, firmados conjuntamente con Menachem Begin. Egipto fue así el primer país árabe en sellar una paz duradera con Israel, lo que fue interpretado en muchos países árabes como una “traición”. Esto recrudeció la oposición al régimen de Sadat, que se apoyaba sobre el descontento social creado por su política económica liberal. Sadat recurrió a la represión, especialmente contra los focos de resistencia musulmanes integristas. Fue asesinado por militares integristas, durante un desfile el 6 de octubre de 1981. Así, Mubarak accede a la presidencia de Egipto y del Partido Nacional Democrático, habiendo sido reelegido en 1987, 1993, 1999 y 2005. Todas esas veces, por absoluta mayoría.
Mubarak, continuó la política de mantener un equilibrio entre la posición árabe tradicional y las buenas relaciones con Israel y con los Estados Unidos. Al conservar los esfuerzos en buscar soluciones pacíficas al conflicto árabe-israelí y a la situación del pueblo palestino, así conquistó, una situación de inmunidad en política internacional. Contrario a los intentos expansionistas de Irak y de la intencionalidad de holocausto a Israel por parte de Irán. Mubarak, unió sus tropas a la coalición formada en la Guerra del Golfo en 1991 para la expulsión de las tropas iraquíes de Kuwait, no obstante que más tarde se mostró contrario a la Guerra de Irak. En la política nacional, su carisma se apagó parcialmente por los escándalos de corrupción de su familia y la crisis económica de la década de los noventa.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y por la presión internacional,  Mubarak se vio obligado a iniciar irresolutas reformas de democratización en el país, que plasmaron que en el año 2005, existiera la posibilidad de que otros candidatos se presentaran a las elecciones presidenciales.
En las elecciones del 28 de noviembre de 2010  con incuestionable antecedentes de irregularidades en la votación, Mubarak volvió a devastar en la primera vuelta electoral dejando fuera a los “Hermanos Musulmanes”, principal grupo de oposición islamista.
En enero de 2011 tuvieron lugar fuertes protestas populares en las principales ciudades de Egipto pidiendo la salida de Mubarak, En un discurso que pronunció en una transmisión en cadena el día 28 de enero de 2011 Mubarak anunció su decisión de formar al día siguiente un nuevo Gobierno, pero sin dimitir de su cargo. El 11 de febrero, sin embargo, la presión popular forzó su dimisión y entregó el poder a las Fuerzas Armadas de Egipto, que constituyeron un consejo militar de gobierno.
Es notorio recordar que Mohamed Hussein Tantawi, es de facto, Presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y que fue sucesor de Raúl Castro, como  Secretario general del movimiento de países No alineados, desde el 16 de julio de 2009.
Consecuentes con nuestra matriz Societal, una vez más hemos constatado como los seres humanos construyen o crean su historia. Esta vez, u otra vez, tampoco no escapa, de que la estructura o sistema (ideológico) han sobrepasado a la fuerza popular del pueblo egipcio o de la masa, independientemente que sea islámica o de la sociedad musulmana. Esa estructura o sistema, en su última instancia o fundamento fue creado y es dirigido por seres humanos y no por un ser superior, aquí y ahora. En esta oportunidad, los antecedentes en el norte de África, sin ánimo reiterativo, no ha habido una fuerza o voluntad omnipotente, sino que sólo ha operado la creatividad o empoderamiento humano, de algunos, pero singularmente apoyado por la masa.
En una oportuna época, un escritor latinoamericano sostuvo que, los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, sin duda alguna, y en concordancia con el sabio Diógenes, seguirá vigente, la búsqueda con su lámpara encendida, a pleno luz del día, de un “hombre” mientras la masa, en la mayor parte de esta esfera, sigue idealmente luchando por su subsistencia. Curiosamente algunos seres humanos lo definen como problema ético y los más radicales como una sublevación al status quo, del estado natural.
Sin duda alguna, es necesario distinguir la semántica entre la ética y moral, siendo esta última una construcción de la reglamentación jurídica y social del comportamiento.
Atentamente.
Raul Hauser Ben-Iaacov

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