martes, 12 de abril de 2011

Chilenos, Lectores Desencantados

¿Quién es el responsable de nuestro mal hábito de lectura?

Por: Perla Gallardo Fuentes                                            12- abril- 2011

Introducción:

  Según fuentes concretas, más de la mitad de los chilenos(1) se declara “no lector”, ya sea por tiempo, falta de motivación o incentivo, la recurrente polémica del impuesto excesivo del libro en Chile, falta de capital cultural (si los padres no leen, como se puede esperar que si lo hagan los hijos) etc., numerosos son los factores que podríamos declarar culpables de esta falencia educativa y social que afecta a nuestro país, sin embargo, no es menor enfatizar que el hábito de leer, descubrir nuevos mundos, imaginar, investigar, crecer, es la base de una buena educación y, a largo plazo, de una competencia laboral competente. Como dijo Vargas Llosa: "Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos; más conformistas, menos inquietos, y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría".
   Es incuestionable señalar que el hábito de lectura se inculca o “se siembra” dentro de los primeros años de edad, donde el mundo se esta descubriendo y donde (en base a los ejemplos que encontramos en nuestra cotidianeidad) vamos adquiriendo costumbres y gustos a desarrollar a lo largo de nuestra vida, mas, ¿Quiénes son los responsables de incentivar el hábito de leer a las generaciones futuras? Es el hogar, donde se supone, se aprenden los valores, costumbres y hábitos, pero es imposible no culpar de esta carencia cultural a las instituciones encargadas de desarrollar una sociedad docta, ya sean escuelas, bibliotecas públicas y porque no decirlo, medios de comunicación (2).















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(1)Chile y los libros, fundación De La Fuente, en conjunto con “Adimark 2010”.

 (2)“En la actualidad, los Chilenos ven televisión un promedio diario de dos horas cincuenta minutos. Una cifra baja, si lo comparamos con las tres horas cuatro minutos registrados en la Encuesta nacional de Televisión en 2005. La caída en el consumo de televisión es tanto en televisión abierta, como pagada”.

Desarrollo del tema

 “La lectura es una llave poderosa de desarrollo personal, su eficacia es indudable y su promoción, una obligación de la sociedad en conjunto” (Alberto Edwards).
   El hábito de lectura es un tema recurrente, confrontacional al discutir razones de su falta, y psicológica, social y pedagógicamente estudiado en busca de trasfondos y soluciones.
  Múltiples son las aristas a discutir en la falta de nosotros, como país, de crear una sociedad con miembros en todas sus áreas con un bagaje cultural más amplio, y numerosas son las excusas, de porqué, en éstos tiempos que se pregona una “educación para todos” tal promesa se ve derrotada ante la calidad de ésta, ante la falta de una buen sistema de lecto-escritura en menores de diez años que, aunque suene terrible decirlo, si a esa edad todavía no entienden lo que leen, difícilmente lo harán más adelante(1) (irónicamente se supone son éstos la base de ese país desarrollado que se espera tener en unos veinte años más).
  Cabe mencionar además, la disyuntiva que se crea en cuanto al impuesto del libro v/s lector, ¿es este un factor predeterminarte para que las encuestas sean tan desfavorables? De alguna forma podríamos justificar que, un chileno promedio, no le comprará a sus hijos un libro de veinte mil pesos por sobre algo de más necesidad, y además, ya existe una predisposición a este exceso de precio, ¿regalar un libro? No es una primera opción.
   Sin embargo, la tecnología también influye en este cuestionamiento, la facilidad de bajar un libro en formato digital sin invertir un solo peso, la posibilidad de leer diarios, documentos, reportajes, etc. (leer no se aboca sólo a libros, sino que a todo tipo de lectura), Internet, redes sociales, libros electrónicos (e-books)  lleva al declive esta justificación cimentada en este impuesto repudiado, (me atrevo a aventurar que en un futuro no muy lejano los libros de papel ocuparán sólo un espacio especializado, o de los lectores más románticos).
   Debiéramos construir entonces un país que forje sus hábitos lectores sin importar la procedencia de la información, sino que priorizando la investigación, el deseo de leer, la formulación de interrogantes y la necesidad, desde el inicio de nuestra vida, de encontrar respuestas.

   
    
    



(1)Chile y los libros, fundación De La Fuente, en conjunto con “Adimark 2010” (pdf) .(2) Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlac) (estudio sobre el futuro del libro en 20 países)


Conclusión:


 Es un círculo vicioso, Más que el discurso, lo que influirá en nuestros niños y  jóvenes. Son los ejemplos, si los adultos no leen, no se les lee un cuento al dormir, y ni siquiera ven lectores a su alrededor, lo más probable es que jamás alcancen algún tipo de interés por la lectura. Sin embargo, este no es un tema sencillo, la desigualdad que es producto y origen de tantas cosas lo es una vez más en este problema- país, la educación, la cultura y los intereses, la verdadera forma de hacer realidad nuestros sueños va ligada sustancialmente con nuestra capacidad intelectual, y es este el fin que deben integrar aquellos que serán los responsables de las generaciones futuras, si somos capaces de fomentar un buen hábito lector y la importancia de este en un futuro padre, lo habremos hecho además con sus futuros hijos.
  La lectura es una llave poderosa de desarrollo personal, su eficacia es indudable, y su promoción, una obligación de la sociedad en conjunto.
  ¿Cuáles son las medidas que podrían revertir la caída de la lectura en cualquiera de los tiempos? Placer más que rigor.


Metodología de la investigación
Pedagogía en castellano
Universidad de Playa Ancha
Campus San Felipe




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