martes, 12 de abril de 2011

Relato testimonial en Chile: ¿Realidad o Ficción?

Por; Lucía Norambuena Marambio.                                               12 de abril de 2011

Introducción:

Esta forma discursiva nace con la guerra civil de 1891 que genera conjuntamente un memorial de cartas y relatos testimoniales como forma de denuncia a la cruenta situación política, y así sucedió hasta el siglo XX.

Para Lucía Invernizzi este tipo de relato nace como una "defensa de una causa justa elevada ante algún tribunal de la conciencia".

Algunos autores consideran que el golpe militar de 1973 activa la necesidad de expresar el sufrimiento o injusticia mediante este tipo de relatos, y el primer texto testimonial de aquella nueva etapa es el discurso del Presidente Salvador Allende que realizó a través de radio Magallanes el 11 de septiembre del año ya mencionado durante el bombardeo de las Fuerzas Armadas en La Moneda.

La modalidad que los diferencia de todo hablante del género narrativo, es que éste es testigo de los hechos dándole una veracidad absoluta, ya que habla desde su propia realidad, sus propias vivencias, en definitiva, desde su propio sufrimiento.

En época de dictadura hubo muchas ediciones piratas debido a su prohibición, pero al finalizar el régimen los relatos testimoniales nacieron como grandes betseller , algunos se importaban desde otros países donde residían los exiliados y otros fueron investigaciones periodísticas. Su gran precursora fue Patricia Verdugo con “Los zarpazos del puma” que al ser un texto más bien periodístico mantiene su objetividad.

El relato testimonial obedece a varios pasos de acuerdo a la reconstrucción de un texto que contiene  características literarias y estos son: seleccionar aquello de mayor importancia de acuerdo a hechos determinados y su carácter esteticista para embellecer lo que se quiere decir, y esto se hace mediante el lenguaje, pero se dificulta cuando es el dolor el que lo domina,debido a que el autor expresa , inexorablemente su ideología.

Problema:

El relato testimonial tiene fines ideológicos determinados porque es la descripción de la izquierda frente a una derecha que los arremetía, los comunistas torturados, frente a la milicia que los “gobernaba”. Es el testimonio de éste grupo de organización que a través de su narración denunciaban lo que ocurrió en Chile y para que nunca más volviera a suceder.

Al hablar del discurso testimonial hablamos inmediatamente de un discurso autónomo, Leonidas Morales define aquello como “El referente está dentro del texto, el contenido se refiere a sí mismo” y lo denomina “Géneros referenciales”, éstos son las cartas, los diarios de vida y los testimonios, o sea hablamos de un autor real a diferencia del relato literario que tiene un narrador ficticio.

Tomaré como ejemplo “Tejas Verdes” de Hernán Valdés, la forma discursiva que utiliza el autor es en forma de diario de vida, pero es más bien un diario de vida reconstituido que implica ficción. Otro elemento ficcional es la situación de suspenso que mantiene el autor a lo largo del relato, además el clímax se ubica al final del relato como en las obras dramáticas, o sea tiene estrategias textuales o literarias que se aplican al texto.

Pero estratégicamente Hernán Valdés le otorga veracidad al relato con los elementos paratextuales, éstos conforman toda la producción verbal o no verbal que acompaña al texto y va a influir en él y estos son las portadas, subtítulos, el epígrafe y el esquema. El autor construye un mapa que más bien parece un bosquejo donde se ubicaba el campo de concentración “tejas verdes” para que quienes lo vieran supieran de la existencia de aquello y se clausurara.

Un ejemplo muy claro del uso de los paratextos en el relato testimonial es el que se utilizó en la portada de  “Un viaje por el infierno” de Alberto Gamboa. El fondo de la portada es rojo intenso que simboliza la sangre derramada, la imagen de la persona denota unas arterias que simbolizan el cuerpo desollado, sus brazos están amarrados y su cara simula la imagen de la tragedia griega, y los ojos y boca son botas y cascos militares.

Otro elemento que le da un carácter verídico al relato son sus títulos, la mayoría describe los lugares geográficos específico, ejemplo de esto son:

-       Axelsen, Sun y otros evidence on the terror in Chili.
-       Chile: el estadio, los crímenes de la junta militar.
-       Bitar, Sergio: Isla 10. Santiago, Pehuén, 1987.

Conclusión:

Siempre se tomará el relato testimonial como mera descripción del sentir de un grupo de personas que han manifestado su sufrimiento en forma de denuncia, es por esto que se formará una instancia de conflicto entre dos grupos bien determinados, los destruidos y los destructores; los primeros, defenderán acérrimamente la idea de  que este discurso no es ficcionario sino una realidad que vivieron los autores y, a la vez los protagonistas. Mientras que el segundo grupo utilizará la ficcionalización como un recurso para desmerecer el discurso y darle a entender al mundo que aquello descrito no es más que falsedad y que todos los hechos se depositan en el imaginario del primer grupo, pero es innegable que la inserción de los paratextos ayudan a que el primer grupo, los destruidos ,entreguen características reales de lo que sucedió en el periodo de dictadura en Chile.

Bibliografía:

http://www.ucm.es/info/especulo/numero19/testimon.html
Metodología de la Investigación
Pedagogía en Castellano
Universidad de  Playa ancha
Campus San Felipe

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