miércoles, 20 de abril de 2011

Despenalización de la marihuana

Por Mª José Marín Hinojosa

20 abril 2011

Introducción:
Bienvenido al mundo de las flores
Todos los años la policía detiene personas por infringir la ley de drogas, siendo procesadas por el simple hecho de portar o consumir marihuana u otras sustancias; ninguno de ellos tenía algún tipo de antecedentes delictuales anteriores y no le hicieron daño a terceros. ¡Qué manera de despilfarrar dinero tienen los sistemas penales! Además hay más muertes causadas por las guerras contra las drogas, que muertes producidas por consumo; esto no solo ha traído violencia, corrupción, separación de familias y daños medioambientales, sino que, la famosa guerra contra las drogas no da resultados.
Las leyes que han convertido al tráfico de drogas en el tercer mayor negocio del mundo, el primero son las armas y el segundo el tráfico de personas. Las leyes de drogas son injustas, ineficaces y provocan graves daños a la sociedad.
Estas leyes obligan a los magistrados a aplicar una ley que está preocupada de sancionar a consumidores, en vez de las grandes mafias.
Problematización:
El negocio de la guerra contra el narcotráfico
Los gobiernos de turno le declaran la guerra a las drogas, persuadiendo a la comunidad de acompañarlos en su eterna cruzada ética contra éstas, sin embargo cualquiera puede notar los fracasos de estos esfuerzos. Ahora, dediquémonos a leer entre líneas, las "cruzadas", que son netamente un buen negocio; la creación o apertura de los centros terapéuticos son el comienzo, luego necesitamos de drogadictos para mantener el funcionamiento de los centros, esto además es un beneficio económico enorme para los dueños del centro y los asociados a él. Al convencer a los padres de inscribir a sus hijos en los centros para "rehabilitarlos", adicionalmente, el reducido número de usuarios que llegan por tener "problemas" con la marihuana, no reciben la atención sanitaria y social que necesitan, incluso deben conformarse con fracasadas terapias, para finalmente abandonar totalmente la rehabilitación o terapia.
La guerra contra las drogas, muchas veces justifica gastos policiales, así, la mantención de leyes que prohíban una serie de sustancias cuyo comercio ilegal es el más rentable, esto conlleva a que los usuarios estén obligados a recurrir al mercado negro para proveerse de dichas sustancias, asimismo los consumidores deben soportar la criminalización y la marginalización por sus consumos; siendo que la realidad del país, a través de las cifras del CONACE, es que un alto números de universitarios y personas de estratos con poder adquisitivo son los que tienen el mayor acceso a la marihuana, aunque los consumidores de otros grupos sociales, tampoco tienen problemas con la compra de esta droga. Aparte del daño social que provoca la prohibición, encontramos el impacto ambiental que provocan los miles de laboratorios clandestinos que procesan drogas en selvas, vertiendo sus desechos en las fuentes fluviales.
Ineficiencia del sistema penal chileno:
Las sanciones penales caen en los consumidores, esto quiere decir que sancionan a los últimos eslabones de la cadena. Por lo que no hay un enfoque real en atrapar a las organizaciones de tráfico; rematando con un broche de oro en que, en muchos de estos casos, los jefes de estas organizaciones reciben protección política, administrativa y judicial, además de tener leyes de drogas ineficaces, se debe reconocer que las leyes causan riesgos, daños y sufrimiento, tanto para los consumidores, como para sus familias.
Cabe decir, que las penas caen en consumidores que ni siquiera son adictos, (ya que está comprobado que la marihuana no produce dependencia física; los consumidores que fuman en exceso esconden una manía compulsiva, que debe ser tratada psicológicamente; vale decir que cualquier cosa podría reemplazar esa fijación) desviando los esfuerzos de la persecución al tráfico; se penalizan personas que no han cometido delitos, ya que sin un daño o un peligro a un tercero no hay daño, confundiendo pecado, de delito. El año pasado se detuvo 74.945 personas por infracción a la ley de drogas, el 64% por porte de marihuana y un 11,8% por consumo. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, al ver las cifras dijo: “hoy día hay más chilenos que infringen la ley de drogas que los hemos hecho pagar sus cuentas pendientes con la justicia. Y eso “es una buena noticia para nuestra sociedad”. Seguir con este actual enfoque prohibicionista es inútil, hace perder el tiempo y dinero al sistema penal, además de hacer perder el tiempo a juristas, jueces y analistas. En este país y en la mayoría de los países, portar sustancias declaradas ilícitas es considerado un crimen, en la cual no hay una diferencia total entre consumidor y traficante.
El resultado de la prohibición, es que en las mafias organizadas, deciden que drogas serán ofrecidas, las sustancias tóxicas que ocuparan para agrandar las dosis, sus precios y a quienes serán comercializadas. Las empresas se hacen más grandes, hay más muertos por sobredosis, jóvenes usando porquerías que los embrutecen y una circulación de drogas que no tiene control. Sin omitir el quiebre de la vida privada de las personas, creando fuentes de extorsión policial, corrupción, organización de mafias, etc. Podríamos tomar como un buen ejemplo los efectos que causó en la sociedad, en los años 20 del siglo pasado, la llamada “ley seca”.
Conclusión:
Deja volar tu mente
La mayoría de los usuarios no tienen problemas por el consumo de marihuana. Algunos fuman por placer o para compartir (consumo recreativo) y otros fuman por sus propiedades médicas, debido a que la marihuana apalea los síntomas de enfermedades como el cáncer (dolores y nauseas), anorexia (induce el apetito), asma (despeja los bronquios, da sed; para soltar las flemas e induce el apetito lo que es bueno para aumentar los glóbulos blancos con una buena alimentación), entre un sinfín de otras enfermedades. Los consumidores cada vez más se informan y generan más estrategias de cuidado para consumir marihuana, piden por otra ley de drogas que sea justa, realista y eficaz.
Para terminar con el narcotráfico y la violencia hay que despenalizar el consumo, ya que pese al dinero ocupado en la contratación de más policías y otras formas de castigar a los consumidores, el objetivo de reducir o eliminar el narcotráfico, no ha logrado su cometido hasta el día de hoy. Hay que enfocarse en las personas, para destruir el sueño de sacar las drogas de circulación. El uso de la sustancias psicoactivas no es un problema, estas sustancias han sido usadas desde los orígenes de nuestra historia como humanidad, el problema es el uso excesivo, como el de cualquier otra sustancia, como la sal, el azúcar, entre otros; y el hecho de que estén criminalizadas, no hay un control como estado sobre ellas. Terminar con estas leyes pone fin con el narcotráfico, siendo necesario para proteger la salud y vida de los consumidores.
Además, de su uso terapéutico y recreacional, si legalizáramos la marihuana podríamos obtener productos como ropa, zapatos, telas, cordones a base de las hojas y tallos, también hay en el mercado aceite a base de las semillas, tenemos productos de belleza; como jabones, shampoos, bálsamos y cremas. Un sinfín de productos y beneficios que podemos obtener de tan solo una planta como esta, tan flexible y está en disposición para nuestro beneficio, de nosotros depende tomarla o dejarla…” ¿Si alguien te diera un puñado de semillas y además te digiera que con su planta se podría sanar enfermos, crear ropa, aceites y productos para el cuidado personal; las plantarías?”
Fuentes consultadas:
www.elciudadano.cl www.lamarihuana.com/cannabis-medicinal/cannabis-contra-el-cancer
www.marihuana-medicinal.com/category/glaucoma/

Pedagogía en Inglés
Metodología de la Educación
Universidad de Playa Ancha de las Ciencias de la Educación
Campus San Felipe
Prof. Raul Hauser Ben-Iaacov

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