Por: Millicent Fernández Pérez - 20 abril 2011
Introducción
Edistio Cámere dice: “La relación entre el profesor y el alumno no se establece sobre la base de simpatía mutua, afinidad de caracteres o de intereses comunes. Más bien, se funda en una cierta ‘imposición’”. Mientras que Claudine Gandolfi dice “para enseñar bien, uno debe ser parte payaso, parte actor, parte sargento militar, parte amigo y parte padre”. ¿Pero que parte es la que prima más?
Hoy en día la relación entre docentes y alumnado difiere mucho a como era hace unos años atrás, debido a que hoy los estudiantes hacen valer sus derechos. Con esto quiero decir, que por estos días una diferencia es que el profesor ha perdido un poco el respeto en cuanto a cómo hacer sus clases, cómo dirigirse a los alumnos, etc. Por ejemplo, unos años atrás el profesorado alzaba un poco la voz, para poner orden en la sala de clases. En cambio, si hoy un profesor tiene esta actitud en el aula, se puede considerar como un tipo de mal trato hacia el alumno, por lo que el alumno puede “acusar” al profesor. Por lo que podemos decir que la parte sargento, como dice Gandolfi, no puede estar muy presente.
, uno debe ser parte payaso, parte actor, parte sargento militar, parte amigo Problemática o Problematización
Es bien sabido que el profesor debe crear una buena impresión hacia los estudiantes, para que durante el periodo escolar haya un buen clima en el aula y el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más ameno tanto para profesores como para alumnos. Por lo cual, el profesor más que imponer cosas como dijo Cámere, debe llegar a acuerdos con los estudiantes, los cuales estén basados en un respeto muto. Para aquello, no debe ser tan notoria la jerarquía entre docentes y estudiantes, lo que quiere decir que tiene que existir cierta “igualdad” dentro la sala de clases para que el alumno sienta “confianza” de participar en las clases, es por esto que se dice que un educador debe ser más “amigo” que “sargento”. Pero, ¿qué sucede cuando hay un exceso de confianza en dicha relación?, ¿qué pasa cuando se es más amigo que profesor?... algunos ejemplos de que se paso el limite en la relación, pueden ser que el profesor coloque de ejemplo al mismo estudiante en reiteradas ocasiones, que el alumno pierda interés en la clase (puede que “le de lo mismo”, ya que el profesor le puede explicar en otro momento, fuera de clases), que el profesor a la hora de evaluar no sea parcial, por ejemplo el profesor se encuentra revisando unas pruebas con la ayuda de alguno alumnos, un alumno nota que el profesor corrigió como bueno algunas respuestas que eran malas, al preguntar el por qué, el profesor pregunta de quien es dicho ejercicio y al saber que es de María, él dice: ah déjalo así no más.
Casos como los mencionados anteriormente, hacen que haya una “mala” relación en general, debido a que al notarse dicho “favoritismo” puede provocar en los demás alumnos (ya que cabe destacar que la “buena onda” no es con todo el curso, sino que solo con algunos estudiantes) el rechazo a la clase y/o al profesor que dicta dicha asignatura.
Conclusión
Para evitar que esto suceda, se recomienda que el profesor converse con los alumnos desde un principio, para que así se dejen en claro los límites en la relación. Con esto no quiero decir que no hay que ser “amigos” entre ambos, pero si hay que tener cuidado en cómo, dónde y cuándo se lleva a cabo esta relación.
Es necesario tener una buena relación con los alumnos, pero hay que poner atención a todo el grupo de curso, tratando de no dejarse llevar por el “favoritismo”.
Metodología de la investigación
Pedagogía en Inglés
Universidad de Playa Ancha
Campus San Felipe
Prof. Raul Hauser Ben-Iaacov
Referencias:
http://ayudafamilia.wordpress.com/2010/07/
http://www.youtube.com/watch?v=lg5jPrF8Fh0
http://entreeducadores.wordpress.com/2009/08/01/la-relacion-profesor-alumno-en-el-aula/
No hay comentarios:
Publicar un comentario